El montaje del instrumento es extremadamente importante y una configuración adecuada del mismo puede marcar una enorme diferencia. Cortar a mano el puente para que se ajuste al instrumento tanto estética como funcionalmente y colocar el alma y ajustarla para obtener la mejor producción de sonido posible es esencial para el instrumento. Pero esto no es todo lo que se necesita para tener un instrumento que suene bien y que sea funcional y ergonómico para el músico.

Elaborar el diapasón con una ligera concavidad, tener el radio correcto y estar bien ajustado, hará que la colocación de los dedos en el diapasón sea una experiencia natural y agradable, y permitirá al músico concentrarse en la creación de su música. Unas clavijas correctamente ajustadas que no estén demasiado apretadas o sueltas evitan al músico mucha frustración e incomodidad al afinar.
Hay muchos más aspectos en la configuración y el ajuste de los instrumentos que aseguran que funcione de manera armoniosa y permite al músico crear música con él. Con años de experiencia y conocimientos acumulados se puede producir una calidad que el músico exigente reconocerá.